Aniversario de asesinato del poeta Roque Dalton
A pesar de haber burlado la muerte dos veces, ya han pasado 42 años desde que su
legado ha recorrido toda Latinoamérica y el mundo tras su muerte (1935 – 1975)
Por Marcela Vásquez
Es uno de los pocos escritores salvadoreños
que son universales en cuanto a su literatura. Reconocido y recordado en muchos
países y en las mentes de muchas personas, no solo literatos como él, sino
también en su área, la jurisprudencia, también los socialistas y militares que
habían llegado a refugiarse en él por tener una conciencia social que lo
llevaron a defenderlos y hacer una amistad con estas personas al compartir los
mismos ideales por las mejoras sociales no solo en El Salvador, sino en toda
Centroamérica.
Su manera de denuncia social fue la poesía, y
su forma de tratar de defender al pueblo sus estudios para abogado, porque no
solo pensó en él, no solo pensó en la revolución como muchos creen, fue más que
eso, él buscó otras armas (las palabras), porque antes de disparar a alguien él
tuvo argumentos para defender a un país ya sin esperanzas.
Cuando se oye mencionar la generación
comprometida, se obvia más de algún miembro, pero Roque Dalton, no, pues nació
prácticamente con él con la creación del Círculo literario universitario, para
compartir su obra, de estilo coloquial y socialmente comprometida, en el grupo
compartió con escritores centroamericanos como Miguel Ángel Asturias, entre
otros.
Roque ya había sido encarcelado más de una
vez en El Salvador, pero aun así no descansó en su forma de hacer revolución,
hasta que fue exiliado y no tuvo opción más que ir de país en país como:
Guatemala, México, Checoslovaquia, Viena, Prada y Cuba, en donde trabajó en
ensayos y publicaciones para ganarse la vida y seguir viajando, también en este
último país fue en dónde se forjó más como escritor y militar. Y por ello se
gana el título de ensayista, periodista, activista político, e intelectual
salvadoreño.
Cuando por fin regresa a El salvador llega
pide ser reconocido como guerrillero Julio Delfos Marín, pero todo esto no fue
nada para ese grupo al que pertenecía Resistencia Nacional del ERP, ya que
ellos mismos ordenaron su ejecución. No hay más datos, ni responsables ante
este asesinato, por lo que la historia de Roque Dalton es una historia
inconclusa mientras su asesinato siga impune.
Su legado es muy grande, pues sigue siendo el
máximo exponente de la poesía revolucionaria en El Salvador, y poesía
latinoamericana, y también catalogado como “hijo meritísimo” y “poeta
meritísimo” y hasta eso es poco.
Si le callaron la boca a Roque, a sus libros
no pueden hacerlo, que hasta después de su muerte han sido publicados libros
inéditos que él escribió en secreto durante sus años de exilio. Hay que
agradecerles nada más, la inspiración para tanta poesía, para sacarle lo
rebelde y la motivación para unificar una idea sobre la revolución y sobre él,
en todos los países por los que pasó, todos los amigos y enemigos que
hizo, todo el material enriquecedor que
nos dejó.
Si este escritor aún estuviera vivo, tendría
muchos más recursos para deleitarse escribiendo que cuando estuvo el
militarismo, denunciaría tanto derramamiento de sangre inocente, seguiría con
su rebeldía, seguiría escribiendo su poesía con el corazón de la revolución.
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