ALLÁ… A DONDE TODAS VAN
Por Marcela Vásquez
Según datos revelados por el Fondo de Población
de Naciones Unidas (UNFPA) en la presentación del Estado de la Población
Mundial 2013 un total de 25,068 niñas y adolescentes, entre los 10 y 19 años,
tuvieron un parto en centros de salud del país, según está consignado en el
informe de labores del Ministerio de Salud de El Salvador.
Maritza Mejía es una más de las estadísticas en
junio de 2013 tuvo un embarazo no deseado con su novio 7 años mayor que ella.
***
Con una mirada perdida la
encontré lavando la ropa que no es de ella, sino de su esposo y su hija, la
suya ha dicho, en sus palabras “puede esperar”; el lavadero en el corredor de
la casa, jugando junto a ella está su hija de ahora casi cuatro años; dice que
la espere mientras se acaba el último poco de agua de la pila para poder
lavarla.
Después de varios minutos me
atiende y empieza a hablarme de las actividades diarias que hace desde que se
acompañó siendo ama de casa como una típica familia tepezonteña, en donde el
hombre se encarga de conseguir el sustento diario trabajando la tierra,
viviendo de la agricultura para poder salir adelante, modestamente.
Maritza a pesar de haber
estudiado un ciclo en la universidad y ser una alumna muy aplicada, se ha
tenido que adaptar a estas formas de vida porque así se lo exige su suegra y su
madre para no tener inconvenientes y llevarse bien en familia, pero sobre todo
para no dar de que hablar a la sociedad.
La casa en la que viven es
de ella, sus padres se la heredaron porque la necesitaría antes de que murieran
y ellos están muy jóvenes aún; la casa está cerca de la de sus padres, pero
insiste a cada momento de que fue el único apoyo que le dieron, ella hubiera
querido más cariño y atenciones a pesar de haberlos defraudado se lo merecía,
porque todos nos equivocamos y más de una vez en la misma cosa, pero así se
aprende.
***
Maritza estaba estudiando administración de
empresas turísticas en la Universidad Tecnológica, y al finaliza su primer
ciclo, pasó algo que le cambió la vida completamente y que no se puede
reivindicar, pero le gustaría seguir estudiando cuando la niña empiece el
kínder y se la puedan cuidar por las tardes, no su madre porque no quiere ser
como sus hermanos que se los dejan a ella cuando ya no es su responsabilidad
directamente, nadie la apoya en su decisión porque le ponen más obstáculos de
los que en realidad existen, como que no le cuiden bien la niña, que sus
ingreso con le alcancen para poder pagar quien se la cuide, cuotas y comida,
gastos extra, otra de las cosas es su esposo, a quien aún no se lo ha comentado
para que no le ponga más obstáculos de los que ya pensó.
“Considero que lo más importante dentro de esta
etapa que quiero empezar de nuevo es la voluntad que uno tenga, yo no quiero
depender de un hombre siempre, quiero enseñarle a mi hija a ser independiente y
fuerte como yo no lo fui”.
***
“Cuando me di cuenta que estaba embarazada fue
una sensación horrible que espero nunca más volver a sentir porque en
comparación con el parto fue peor, porque me puse a pensar en la decepción que
les causaría a mis padres, amigos, y hermanos que me estaban ayudando con mis
estudios, lo que dijera la gente del pueblo y si mi novio aceptaría lo que
había sucedido sin planear antes, porque yo solo me habría rebuscado o hubiera
caído en una depresión horrible por el gran problema en que me metí de un día
para otro” Ella cada día se iba sintiendo mejor porque iba entendiendo que era
un plan de Dios y que podía hacerlo porque tenía la experiencia con sus 6
sobrinitos, porque 3 de sus hermanos mayores se los había dejado a su mamá así
que a ella también le tocaba ayudar con los quehaceres de la casa después de
las clases y cuando podía, sin olvidar que era muy consentida dentro de toda la
familia por ser la menor y a la que le iba bien en todo, es decir que era de
quien menos se esperaban, por eso a veces se enojaban y no tenía culpa pues.
***
“Una parte muy importante dentro de mi vida, y mi
desarrollo como madre han sido mis amigos, que no son muchos pero si los
necesarios, me apoyaron en todo momento no económicamente porque no pueden,
pero sus compañía, palabras me ayudaron a sentirme mejor y levantar mi
autoestima de nuevo porque sé que son sinceros y que aunque los decepcioné, me
siguen queriendo como yo a ellos, incluso con la beba salgo a basilar un rato
con ellos, se merecen un poco de mi tiempo”
***
Mi vida cambio rotalmente, yo nunca le dije lo
que en verdad sentí cuando me dio la terrible noticia una tarde mientras
caminábamos por el parque, no me lo esperaba hasta dentro de unos 5 años, pero
sucedió mucho antes; yo tenía muchos planes e ideas locas para salir a vagar
después de la universidad porque aún no estábamos adaptando al ambiente por eso
nunca habíamos salido en San Salvador y más con la noticia me botó todo lo
pensado así que no dije ni una sola palabra porque quería llorar y decirle que
sería de su vida, de mi vida porque un embarazo a los dieciocho años no era
algo que se solucionaría como si dejaba una materia, esto era de por vida…
hasta la fecha no sabe lo que en realidad pienso de eso…
***
Así como es el sueño de muchas mujeres de casarse
con su príncipe azul, vestidas de blanco y quizá hasta en la playa, pues ese
era también el sueño de Maritza, de un día para otro sus padres les exigieron
que no podían vivir bajo el mismo techo porque no tenían la bendición de Dios,
ellos se iban a acompañar y no habían hablado de boda porque apenas tenían 5
meses de conocerse por lo tanto era más complicado atarse a una personas a sus
18 años por el resto de su vida, pero como en esas circunstancias les darían la
casa, lo más conveniente era casarse y hacerle frente, viniera lo que viniera,
él con un complejo de machista lo hizo broma y no le pidió matrimonio en serio
solo bromeando, lo más probable era que no funcionara, pero la niña los uniría,
así que lo harían por ella ese era el acuerdo…
Su boda al final no fue para nada lo que ella
quería, solo estuvieron las dos familias, un máximo de 25 personas y no estuvieron más de 2 horas en
la especie de fiesta que habían organizado.
***
De todo lo que le pasó me dice que los más
difícil de ser una madre joven es todo el desprecio que le hace la sociedad y
hasta la misma familia, porque dice considerar que no es mala madre, la niña ha
crecido mucho y no le falta nada y que
nunca les ha pedido que le ayuden a criarla, pero por ejemplo sus vecinos y
demás conocidos tienden a hacer comentarios destructivos entorno a su
maternidad.
Repite que a pesar de que ser madre es muy feliz
y se siente plena hasta el punto de conformarse con lo que tiene, pero no ha
detenido su visión de crecer y darle todo lo que su hija merece y permitirle
que logre todo lo que ella no logró.
Es más me comenta que sus planes son irse del
país hacia Estado Unidos que una amiga le prestará el dinero para irse con su
hija y dejar al que es su esposo por la fuerza.
Para empezar una nueva vida en donde nadie la
conozca y esta vez sí encuentre al amor de su vida para darle una familia de
la que su hija se sienta orgullosa.
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