FIEBRE
ESCARLATA, NO ESTABA EXTINTA
Por Zuleyma Echeverría
También conocida como fiebre escarlatina, es causada
por una infección con bacterias llamadas estreptococos del grupo A. Alguna vez
fue una enfermedad muy grave de la niñez, pero actualmente es fácil de curar.
Esta antigua mortal fiebre se encuentra en aumento en
Inglaterra y en el este de Asia, según una investigación publicada por la
revista científica The Lancet Infectious
Diseases. Los investigadores no saben por qué volvió a surgir.
Este tipo de fiebre se identifica por una erupción
roja y brillante muy contagiosa. Históricamente ha sido una causa común de
muerte en niños y con el paso de los años ha disminuido su brote. Sin embargo,
siempre aparece cada cuatro o seis años, de acuerdo a un estudio que la
mantiene en constante vigilancia.
Las investigaciones continúan estudiando y
monitoreando la situación de la fiebre en 2017, que ha ido en un leve descenso
hasta ahora. A pesar de esto, desde 2009 los casos han aumentado constantemente
en varios países asiáticos, como Vietnam, Hong Kong, China y Corea del Sur. Luego,
un brote llegó a Inglaterra triplicándose los casos en tan solo un año.
La enfermedad ataca, generalmente, a niños menores de
10 años. Empieza con una erupción roja en el cuello y en la cara y se esparce
al pecho, la espalda y otras partes del cuerpo. Esta fiebre también puede
generar comezón. Luego de que la fiebre pasa, la piel empieza a pelar.
Los síntomas de la fiebre escarlata son: garganta
adolorida y roja, dificultad para tragar, fiebre de 38 grados o más, glándulas
del cuello hinchadas, dolor de cabeza, escalofríos, náuseas y vómito.
Comentarios
Publicar un comentario